CARTA DEL DIRECTOR:
El nombre comercial de la firma es LEXDE, con ella queremos manifestar que somos fieles a la Ley de España.
Hoy quiero darle visibilidad a dos figuras que dentro del ejercicio profesional están un poco en la sombra. La primera de ellas es la del Procurador de los Tribunales, quien ostenta la representación procesal de la parte. Esta figura que no cuenta con días libres ni asuntos propios, esta figura que forma equipo y engranaje con los letrados y los juzgados, pero que habitualmente el cliente desconoce y no entiende la valiosa función que realiza.
Los procuradores somos como "pepito grillo" con los plazos y estamos para que el procedimiento transcurra adecuadamente; por este motivo no entiendo que no se defienda esta indispensable profesión que desde los romanos, pasando por el Derecho visigodo a la luz del "Liber Iudiciorum", hasta llegar al Rey Sabio quien lo dejo sentado en el Fuero Real y Las Partidas, ha tenido su lugar bien establecido. En este sentido me parece atrevido, siquiera pensar que la tecnología nos ha hecho reemplazables. Podemos ver como aún existiendo esta evolución, la mayoría de las veces los problemas no se resuelven a golpe de botón, sino con una gestión personalizada.
La otra figura es la del mediador, aquella que nació con fuerza por ser el inicio de una nueva forma de ejercer el derecho, quizá incluso podríamos llamarle el derecho preventivo, pero que con el tiempo se ha ido diluyendo entre papeles y buenas intenciones, sin fe ni confianza frente a la Ley que la rige y que finalmente la hace inoperante.
La mediación es la mejor manera de satisfacción extraprocesal que existe, no solo porque ambas partes salen beneficiadas, sino porque el coste emocional que supone un litigio no suelen tenerlo en cuenta los recurrentes y sin duda es lo que más cifra en la suma; a pesar de que quizá nuestro cliente salga victorioso, eso será solo en el papel, porque en el camino se habrá dejado mucho sufrimiento que jamás será recompensado. Esa es la grandeza de la mediación, y el motivo por el cual, hago un llamamiento a mis compañeros de profesión para que prevalezca, la pongamos en valor y gestemos una mejor forma de ejercer el derecho, sirviendonos de la Ley que nos ampara y brindando a nuestros clientes otra manera de resolver el con icto.
Bienvenidos!